Como su propio nombre indica, el razonamiento
verbal es la capacidad para razonar con contenidos verbales
estableciendo entre ellos principios de clasificación, ordenación,
relación, significados…
En nuestra práctica profesional, cuando
evaluamos a cursos enteros mediante pruebas de carácter colectivo, nos
damos cuenta que el razonamiento verbal es una de las capacidades intelectuales que se encuentran menos desarrolladas en los alumnos.
¿Por qué? ¿Cómo solucionarlo?
La
razón de que esto sea así responde a una doble vertiente. En primer
lugar observamos que en la mayoría de colegios no se le da la suficiente
importancia a esta capacidad, ya que la importancia de objetivos
fundamentales de la asignatura de lengua (lectura, comprensión lectora,
ortografía, expresión escrita o gramática) no deja lugar a espacios para
razonar con contenidos verbales. Para compensar este desequilibrio
sería positivo introducir momentos de debates, exposiciones orales,
presentaciones, ejercicio de vocabularios… que otorguen a los alumnos, en
definitiva, la oportunidad de hacer uso del lenguaje.
Una
segunda razón, la encontramos en el cambio que está experimentando la
sociedad hoy en día. Si nos fijamos en los juegos de nuestros niños
vemos que estos suelen ser el ordenador, las videoconsolas u otros
juegos individuales. Del mismo modo el tiempo libre suele ser empleado
en deportes de carácter individual, en ver la televisión y en ocasiones
en pasar bastante tiempo fantaseando con su imaginación. En resumen, no
hay un uso del lenguaje. Por ello sería bueno volver a potenciar
prácticas que han caído en desuso, tal y como los juegos colectivos
entre iguales, actividades extraescolares que les obliguen a interactuar
con sus semejantes (por ejemplo grupos de teatro) o veladas familiares
donde se establece un diálogo entre los miembros de la familia.
Existen
algunos ejercicios destinados a potenciar el razonamiento verbal que a
continuación exponemos junto a algún ejemplo que pueden servir de
ejemplo para practicar con vuestros hijos.
1. Analogías verbales. Encontrar relaciones entre conceptos. Ejemplo: Automóvil es a volante... como barco es a ¿ ? (Respuesta: timón)
2.
Completar oraciones. Encontrar la palabra que complete o le de mejor
sentido a la frase. Ejemplo: Presentó ¿? que demostraban su inocencia.
(Respuesta: pruebas)
3.
Ordenar frases y textos. Ordenar la frase desordenada y colocar las
palabras en orden correcto para que la frase sea lógica. Ejemplo: Marta/
han/ euros/ un/ Manuel/ y/ encontrado/ cinco/de/ billete. Respuesta:
Marta y Manuel han encontrado un billete de cinco euros.
4.
Ejercicios de excluir un concepto de un grupo. Tachar la palabra o las
palabras que no vayan bien o no tengan relación con el grupo.
5.
Seguir instrucciones. Seguir las instrucciones o tareas que figuran en
las instrucciones escritas. Ejemplo: Dibuja tres rectángulos en fila, de
manera que el primero sea más grande que el segundo pero más pequeño
que el tercero.
6.
Establecer diferencias y semejanzas entre conceptos. Dadas un par de
palabras, pensar en que se parecen y en que se diferencian. Ejemplo: ¿En
qué se parecen una sierra y un cuchillo? Respuesta: Sirven para cortar,
son de acero…
7.
Corregir en una frase la palabra inadecuada. Buscar la palabra errónea o
inadecuada, y posteriormente indicar la palabra correcta que tendría
que figurar en substitución a la otra. Ejemplo: El elefante es un reptil
de gran envergadura. Respuesta: Mamífero.
8. Buscar antónimos y sinónimos de una misma palabra.
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