martes, 27 de noviembre de 2012

INTEGRACIÓN SENSORIAL. CÓMO CONVIVIR CON LA DISTORSIÓN

PROBLEMAS EN LA INTEGRACIÓN SENSORIAL, EL DISCONFORT DE LOS SENTIDOS

Relajarnos e intentar imaginar lo siguiente:
Encender la radio y no sintonices ninguna emisora; mantenerla en un sonido estático y subir el volumen.
Pedir a alguien que encienda y apague las luces cuando él quiera.
Sentarnos en una silla rota (que tenga una pata más corta que las otras) y apoyarnos en una mesa que también baile (imaginar una de las que están en los restaurantes y que nos hacen sentir muy incómodos).
Ahora pónganse un chaleco apretado y áspero, en lugar de una camiseta cómoda; pónganse también unos calcetines al revés, y unos zapatos de un número más pequeño.
Con todos estos aspectos en juego o sólo con un par de ellos, coger un libro e intentar aprender algo... Procurar mantener la calma, no se pongan nerviosos y prestar atención a alguna persona que les intente explicar alguna cosa...

   Esto nos lo propone Bárbara Viader, terapeuta especializada en Integración Sensorial. Ella ha exagerado la situación para que comprendamos mejor cómo se sienten los niños con dificultades para interpretar y organizar la información que les llega a través de los sentidos, lo que en términos técnicos se denomina ‘Disfunción en la integración sensorial’.
Como veremos a lo largo de este artículo, muchos de los problemas que se observan en nuestros niños y que les causan dificultades de aprendizaje y de comportamiento se deben a esta disfunción en la integración sensorial.

La Integración Sensorial
La Integración Sensorial es la función que cumple el Sistema Nervioso al procesar todo lo que captan nuestros órganos sensoriales.
Cada día recibimos millones de estímulos que el Sistema Nervioso debe seleccionar, pues muchos de ellos son irrelevantes y debemos inhibirlos para no sentirnos abrumados y poder lograr los objetivos que nos proponemos en cada momento. Vivir sin esta inhibición sería realmente agotador y difícil. Sin ella, no podríamos prestar atención a lo que nos interesa, sino que atenderíamos a diferentes estímulos a la vez, teniendo que realizar un gran esfuerzo por centrarnos en la tarea más simple.
En cada uno de los pequeños actos que realizamos a diario, cada vez que nos movemos, hablamos, nos relacionamos con los demás… existe una perfecta coordinación entre la información que entra en el Sistema Nervioso a través de los sentidos, y la que sale, en forma de nuestro comportamiento y nuestra actitud ante todo lo que nos rodea. Cuando nuestro cerebro procesa de forma correcta los estímulos que nos llegan, respondemos adecuadamente y de forma automática.

Disfunción en la Integración Sensorial
En los niños, la disfunción en la integración sensorial se hace muchas veces evidente ya desde edades tempranas. Debe preocuparnos, pues compromete su futuro éxito escolar, su manera de relacionarse y su autoestima.
Son niños sanos, algunos con inteligencias superiores a la media, pero con comportamientos que sobresalen del grueso de los niños de su misma edad. Pueden mostrar una gran falta de control emocional, con reacciones exageradas y miedos a cosas habituales e inofensivas o a cualquier cambio en su rutina diaria. Tienen dificultad para prestar atención en clase y parecen no entender lo que se les dice. Se les califica como vagos y muy movidos y tienen problemas de aprendizaje.
Estos niños sufren un déficit en su integración sensorial, la información que llega a su cerebro no es bien interpretada y organizada por lo que son víctimas de esta desorganización. A menudo se les riñe y llama la atención, por lo que caen en estados de ansiedad y frustración. Como resultado, estos pequeños se vuelven apáticos o hiperactivos y agresivos, y pierden interés en las clases. Los habituales métodos de premios y castigos no tienen el efecto deseado, pues lo que nos parece un comportamiento negativo susceptible de ser corregido es, en realidad, una reacción automática de un sistema nervioso desbordado.

Los sentidos
Todos estamos familiarizados con los cinco sentidos de la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Pero hay más…
De vital importancia es el sentido vestibular, pues nos ayuda a mantenernos erguidos y en equilibrio. Nos informa de los movimientos y posturas que debemos adoptar en cada momento para luchar contra la fuerza de la gravedad y no caer. Sin él no podríamos movernos libremente y sin miedo en el espacio que nos rodea.
También es importante el sentido propioceptivo, nos aporta información de nuestras articulaciones y músculos para que podamos regular movimientos de precisión y la fuerza que utilizamos en cada acto que realizamos. Sin él no podríamos utilizar ningún utensilio, por ejemplo, y seríamos realmente torpes.
Por último, el sentido del tacto es mucho más significativo de lo que normalmente suponemos. No solamente nos informa de la temperatura, la presión, el dolor, la dureza o suavidad de las cosas, etc. El sistema táctil tiene una gran influencia en nuestras emociones y sentimientos. A través del tacto experimentamos infinidad de sensaciones emocionales que impactan en nuestro estado de ánimo y determinan nuestra relación con los demás.

Síntomas que deben alertarnos
Una disfunción en la información que llega de los sentidos afectará siempre al carácter y comportamiento del niño, y por supuesto, a su rendimiento escolar. Algunos niños manifiestan desajustes en uno o varios de sus sentidos, otros los muestran en todos ellos.

El sentido más comúnmente afectado y el más importante para un buen rendimiento en el aula es el oído.
Al igual que existen muchas anomalías en la visión, también existen variadas formas de oír, que pueden dificultar el desarrollo del lenguaje y la atención, además de contribuir muy directamente en el estado de ánimo.
Un niño que no selecciona bien los estímulos auditivos, no podrá prestar atención a lo que dice el profesor en clase, o para hacerlo, tendrá que realizar un esfuerzo mayor que el resto de sus compañeros, esto es agotador y acaba distrayéndose al cabo de un rato. Constantemente nos llegan muchos y variados sonidos de nuestro entorno de los cuales no somos conscientes, pero estos niños no pueden "eliminarlos" para centrarse en lo que les decimos los padres o profesores. El caso es aún más grave cuando existe hiperacusia, cuando el niño oye por encima del nivel considerado normal. Entonces oirá sonidos que son inexistentes para la mayoría de nosotros que se añaden a todos los ya mencionados. Cuando la audición es muy sensible, puede llegar a ser dolorosa. Debemos prestar siempre especial atención a niños que se tapan los oídos ante los ruidos o la música. También a aquellos que parecen no escuchar, pues es posible que sufran de esta hipersensibilidad auditiva y utilicen la desconexión como un método de defensa. Por supuesto que tendremos en cuenta los niños con problemas en el lenguaje y en la atención. Y a aquellos que utilizan un tono de voz anómalo, pues es a través del oído que percibimos nuestra voz y así podemos regularla.

Cómo responde un niño ante el tacto puede darnos información sobre el estado de su integración sensorial. Algunos niños huyen del contacto físico con los demás, lo rechazan o reaccionan violentamente como si se les agrediese cuando otra persona les toca, sobre todo cuando lo hacen improvisadamente. Otros niños buscan más estimulación táctil de la que normalmente reciben, les gusta revolcarse por el suelo, luchar con fuerza y parecen no sentir dolor ante los golpes. En ocasiones buscan tranquilizarse o entretenerse tocándose insistentemente el pelo, la oreja, metiéndose algo en la boca…

Al igual que ocurre con los niños con disfunciones en la audición, su comportamiento puede parecer en ocasiones contradictorio. Niños que se quejan de pequeños ruidos se entusiasman con los petardos… niños que no parecen notar el dolor tanto como los demás, se quejan del roce de la ropa… Esto tiene una explicación: el provocarse dolor o una sensación táctil intensa hace que las pequeñas pero constantes molestias que sienten por su hipersensibilidad se vean amortiguadas por esa sensación más fuerte.

Los niños que no interpretan bien los estímulos vestibulares pueden mostrarse miedosos y torpes al correr, saltar, hacer deporte… Suelen huir de parques con columpios y toboganes, y probablemente no les guste montar en bicicleta o patinar. Otros, en cambio, no paran de correr, se suben a todas las vallas que ven y parecen no ser conscientes del peligro. Giran y saltan constantemente y les entusiasman los columpios, toboganes y atracciones de feria. Buscan continuamente una estimulación vestibular que no les llega con suficiente claridad y en la cantidad que necesitan.

En cuanto al sentido propioceptivo, cuando no informa adecuadamente nos encontramos con niños torpes y descoordinados. Niños que parecen romper todo lo que tocan, que no pueden evitar ensuciarse más que sus compañeros al comer y derraman a menudo lo que beben de un vaso. Se muestran rígidos en sus movimientos o todo lo contrario, parecen tener una tensión muscular débil. Podemos verles utilizar una fuerza exagerada para realizar un acto que no la requiere, o una fuerza insuficiente, esto se comprueba en la presión que ejercen al utilizar el lapicero al escribir o dibujar.

La visión, junto con la audición, es el sentido más importante en el rendimiento del niño dentro del aula. Problemas comunes como la miopía, hipermetropía, astigmatismo, etc. se deben a deformaciones orgánicas en el ojo propiamente dicho. Pero las deficiencias en la información que nos llega de los ojos, aún estando éstos en condiciones físicas perfectas, depende de cómo la interpreta nuestro cerebro. Es necesario que los ojos puedan converger ambos en un mismo punto sin realizar un esfuerzo mayor al habitual, y que puedan enfocar a diferentes distancias. Para poder leer y escribir es preciso que los dos ojos se muevan adecuadamente y de forma cómoda.
La respuesta ocular en los niños que tienen cualquier pequeño trastorno en su sistema nervioso, como es el caso de la integración sensorial deficiente, suele ser inadecuada. Son niños con dificultad para aprender a leer o escribir, que no les gusta hacer puzzles o dibujar… Podemos notar que son buenos alumnos salvo cuando trabajan sobre el papel o copian de la pizarra, entonces su atención es limitada y los resultados son pobres.

El gusto y el olfato son sentidos menores a los que normalmente damos poca importancia. Pero cuando estos sentidos perciben más información de lo habitual, pueden hacer que la vida del niño sea más incómoda y que éste sea etiquetado de caprichoso o maniático a la hora de comer o en lo referente a los olores. Son niños que normalmente perciben los olores antes que cualquiera que los acompaña y los reconocen, al igual que los sabores, mostrando desagrado por muchos de ellos.

A cuántos niños afectan los problemas de integración sensorial
La teoría de la Integración Sensorial puede explicar la mayoría de los problemas de aprendizaje y comportamiento, exceptuando aquellos derivados de una lesión o enfermedad neurológica. Por supuesto que hay muchos factores que pueden causar fracaso escolar y conductas problemáticas, pero según los expertos, el 70 por ciento de estos casos están relacionados con disfunciones en la integración sensorial.
La conclusión es que estas disfunciones sensoriales están detrás de la mayoría de los casos de déficit de atención, dislexias, disgrafías, dificultades con las matemáticas, la conducta, el desarrollo y la descoordinación motriz, la hiperactividad, la mala inserción social, disfunciones relacionadas con el autismo o problemas con la alimentación.
Según los diferentes criterios, se considera que del 5 al 20 por ciento del total de la población infantil padece algún tipo de disfunción en la integración sensorial.

Cómo ayudar a estos niños
Primero de todo, debemos tener presente que el sistema nervioso de estos pequeños no es tan estable como el de los demás. Son niños emocionalmente frágiles, para muchos de ellos el mundo que perciben no es un lugar seguro y divertido. Se muestran a menudo ansiosos y tienen poca tolerancia a la frustración. Reciben muchas llamadas de atención y castigos que van afectando su autoestima y el concepto que van creando de sí mismos. A esto hay que añadir sus pobres resultados en las tareas escolares.
Cuando un niño es propenso a las rabietas y la pérdida del control, cuando es muy sensible a los ruidos o los olores, cuando se pierde por los pasillos o es miedoso y torpe, cuando no acepta los cambios en la rutina o necesita moverse constantemente… adaptemos el entorno en la medida de lo posible para que concentrarse en sus tareas y mantener el control de la situación le sea más fácil. Adaptemos nuestra actitud para con ellos, manteniendo la calma y siendo conscientes de que nuestros actos y nuestro tono de voz pueden influir en su comportamiento.
Intentemos comprender al niño, intentemos imaginar cómo se siente, para así poder ayudarle y no tacharle de "tonto", "vago", "maniático", "malo", etc. El primer paso para ayudar a cualquiera de estos niños empieza por cambiar el concepto que tenemos de él y respetarle tal como es. Con calma y firmeza le haremos saber qué cosas debe cambiar de su comportamiento y deberemos comprometernos a acompañarle en esta difícil tarea. Por supuesto que nos marcaremos objetivos que sean posibles de conseguir por parte del niño. Un programa de recompensas cuando haya una mejoría en su conducta y una retirada de privilegios cuando el comportamiento sea inadecuado son estrategias beneficiosas para todos los niños.
También es muy beneficioso el aprendizaje multisensorial. Es aquel que utiliza todos los sentidos, no solamente la visión y el oído. Cuantos más sentidos estén implicados en aprender algo, más fácil resultará entenderlo y recordarlo. Los niños disfrutan experimentando, viendo y tocando, saboreando y moviéndose… Teniendo en cuenta que no todos los niños utilizan de la misma forma sus sentidos, es bueno darle una oportunidad a aquellos que necesitan utilizar el movimiento o el tacto, por ejemplo, para su aprendizaje.

Existen especialistas que pueden ayudar. Básicamente se trata de hacer que madure el sistema nervioso para que integre correctamente la información sensorial. Ya que el sistema nervioso tiene dos vías: una de entrada (los sentidos) y otra de salida (nuestras respuestas), la única manera de actuar sobre él es a través de los propios sentidos estimulándolos.
Los terapeutas ocupacionales expertos en Integración Sensorial proponen ejercicios que estimulan el tacto y el sentido vestibular. Éstos son dos de los sentidos que más directamente afectan a nuestro sistema nervioso. Primeramente hacen un estudio del niño para conocer cuáles son los ejercicios más adecuados en cada caso. (Consultar Terapia Ocupacional Pediátrica Isabelle Beaudry)
El otro sentido que más puede afectarnos después del vestibular y el tacto, es el oído. Para estimularlo y corregir audiciones defectuosas existen varios métodos de reeducación auditiva. Uno de los más conocidos y efectivos es el del doctor Guy Berard. (Consultar Vegakids)
El cerebro del niño madura de forma natural gracias a todos los estímulos que le llegan de su entorno y a cada uno de los movimientos que realiza. Por ello es importante pensar en una reeducación psicomotriz. Ésta consistirá en llevar a cabo un programa de movimientos básicos que el bebé realiza de forma innata en su desarrollo, como por ejemplo, el gateo. No existe una edad límite para la realización de estos programas, aunque los resultados y el tiempo necesario para llegar a ellos varían con la edad del niño. Cuanto más tiempo esperemos, más difícil será conseguir los mismos beneficios con el mismo esfuerzo.
Es necesario que estos niños visiten a un optometrista ante la posibilidad de necesitar una reeducación ocular, ésta suele resultar sencilla con muy buenos efectos en períodos relativamente cortos de tiempo.
Teniendo en cuenta que el niño es una unidad y que cada parte afecta al todo, ayudar a estos niños significa actuar desde diferentes frentes. En Barcelona está el Instituto Médico del Desarrollo Infantil, uno de los pocos sitios en nuestro país donde observan al niño en su conjunto y pueden proponernos una terapia multidisciplinar para ayudarle en todos los aspectos posibles. (Consultar Dr. Jorge Ferré ).
 
Nota de Rosina Uriarte: me consta que en Clavé Psicopedagogs se trabaja desde una perspectiva multidisciplinaria a través de variadas terapias, muchas de ellas comentadas en esta artículo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Problemas en el desarrollo de la lateralidad

En primer lugar conviene decir que la lateralidad debe estar configurada a partir de los cinco años, el niño se puede lateralizar antes pero a esta edad es casi necesario que las dominancias se encuentren bien establecidas, puesto que a esta edad es cuando se empieza a dar más importancia al aprendizaje de la lectoescritura. A partir de aquí nos podemos encontrar básicamente tres tipos de problemas:
  • LATERALIDAD CONTRARIADA
La lateralidad contrariada se produce cuando un niño o niña elige erróneamente una mano para los procesos de aprendizaje, a modo de ejemplo un niño puede elegir la mano izquierda para los trabajos de escritura y dibujo puesto que copia al compañero de delante y por tanto utiliza la mano izquierda. Otra posibilidad es que copie a una persona que resulte significativa para él/ella como el padre, la madre o una maestra importante en su desarrollo escolar.
L@s niñ@s que presentan una lateralidad cruzada suelen presentar un ritmo de trabajo muy lento sobretodo en las tareas de escritura y suelen presentar problemas de coordinación visomotora y orientación espacial.
En estos casos es muy importante realizar un diagnóstico profundo, puesto que el plan de intervención dependerá mucho de esta valoración y la toma de decisiones puede implicar en gran parte el futuro de los aprendizajes del niño. Ante esta situación podemos tomar dos alternativas de actuación en función de diferentes variables:
  1. Realizar un cambio de mano: es decir forzar al niño de forma que utilice la mano que le correspondería de forma innata en los procesos de escritura y dibujo fundamentalmente. No obstante, antes de tomar esta opción que es la que parece más lógica, hay que tener en cuenta una serie de cosas: que el niño o la niña entiendan el problema y se quieran vincular con la solución, es decir, que pongan de su parte en el proceso de cambio; otro aspecto que se debe tener en cuenta es la edad del alumno, nosotros rara vez recomendamos un cambio de mano si tiene más de 9 o 10 años, a no ser que sea mejor el remedio que la enfermedad, ya que a estas edades el camino es muy largo para que ganen una buena destreza con la mano que no está entrenada.
    • Cuando tomamos una decisión de este tipo es conveniente tener en cuenta que se trata de un proceso bastante largo y, en ocasiones, doloroso, ya que sobretodo al principio ven como tienen muy poco destreza con la mano que deben utilizar y deben estar convencidos de que es lo mejor para ell@s. En caso contrario si son los agentes educativos los que están insistiendo constantemente en que cambie de mano y él/ella no quiere, lo más probable es que le acabemos causando dificultades a nivel emocional y no consigamos que utilice la mano correctamente, de modo que al final será una perdida de tiempo ya que volverá a usar la mano que había elegido y habrá perdido un tiempo precioso.
  2. Potenciar al máximo la mano que ha escogido: en este sentido conviene potenciar todos los aspectos básicos de la movilidad manual y su destreza, potenciando de este modo el tono muscular, la direccionalidad, la coordinación visomotora y las habilidades finas como el recortado o el pintar.
  • LATERALIDAD CRUZADA
La lateralidad cruzada se produce en cuanto el niño o la niña presenta un cruce entre la dominancia ocular sensorial y la dominancia manual, por ejemplo, un niño presenta una clara preferencia hacia la mano derecha, mientras que se detecta que el ojo dominante sensorialmente es el izquierdo o viceversa.
En estos casos las principales dificultades que se suelen dar son relativas a la orientación espacial y por tanto, de forma consecuente suelen provocar dificultades en relación al desarrollo de la lectura y la escritura. Estas dificultades de orientación se producen porque el niño/a carece de eje corporal definido que le permita orientarse externamente o en el plano. Cabe decir que much@s adult@s y niñ@s presentan una lateralidad cruzada y no necesariamente presentan o han presentado dificultades de aprendizaje, en estos casos lo más común es que hayan desarrollado mecanismos que han compensado las dificultades que puede generar la lateralidad cruzada.
En cuanto detectamos una lateralidad solemos iniciar dos tipos de trabajo:
  1. Por un lado, solemos contar con el soporte de un/a especialista en optometria para que evalúe la causa de la lateralización ocular contraria a la manual, puesto que en ocasiones esto puede ser debido a la presencia de alguna dificultad de tipo refractivo (agudeza visual), a la presencia de un "ojo vago", entre otras dificultades oculares. Los optometristas entonces deciden si se debe realizar algún tipo de intervención a nivel ocular como sea potenciar el "ojo vago", cambiar la lateralidad ocular, ...
  2. Normalmente, l@s niñ@s con la lateralidad cruzada suelen tener dificultades de tipo psicomotriz, con lo cual se inicia un trabajo de este tipo para reforzar el domino corporal y por tanto, potenciar los ejes corporales de espacio. Al mismo tiempo, también se suele trabajar la orientación en el espacio como requisito básico para su progresión en el resto de aprendizajes.
  • DÉBIL LATERALIZACIÓN
En otras ocasiones nos podemos encontrar con niñ@s que entorno a los 6 años aún no han establecido unas preferencias laterales claras, con lo cual no disponen de ningún tipo de referente de ubicación espacial. En estos casos conviene no forzar la lateralización, puesto que nos podríamos equivocar potenciando un lado que tal vez no es el dominante. Ante esta situación la mejor opción consiste en potenciar todas las fases del desarrollo psicomotor, de forma que así potenciamos el dominio corporal y de forma natural acaban adquiriendo una dominancia lateral.
En estos casos las principales dificultades que podemos encontrar son un retraso en la adquisición de la lectura y la escritura, torpeza motriz y dificultades en términos generales para el progreso en los aprendizajes básicos de la etapa de Educación Primaria (6-12a).

viernes, 23 de noviembre de 2012

LA TERAPIA VISUAL, POSIBLE SOLUCIÓN PARA LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

Sabemos que el 80 % de la información que analizamos cada día para poder desarrollar todas nuestras actividades es procesada por la vía visual.

No todos los problemas visuales se solucionan con el uso de unas gafas y/o lentes de contacto, puesto que nuestro sistema visual es mucho más complejo. Por eso, en la población escolar es aconsejable realizar una revisión optométrica anualmente para asegurarnos que existe un procesamiento de la información visual adecuado. En muchos casos los niños no se quejan sólo de visión borrosa, sino que los motivos de consulta pueden ser diversos:

- gira letras al leer o al escribir

- se distrae con cualquier cosa, le cuesta mantener la atención y se cansa al rato de estar trabajando de cerca

- se acerca demasiado al texto al leer o escribir

- sigue la lectura con el dedo, mueve mucho la cabeza al leer o pierde el texto con facilidad saltándose así alguna palabra o línea

- no reconoce la misma palabra en diferentes contextos

- confunde palabras similares

- le cuesta diferenciar entre derecha e izquierda

- parpadea excesivamente o le molesta la luz

- tiene una mala coordinación general

En consecuencia, muchos de los problemas de aprendizaje que sufren los niños pueden ser debidos o pueden estar relacionados con algún problema visual.

Ante un bajo rendimiento escolar es necesaria la realización de un estudio optométrico completo para descartar cualquier problema visual que pueda estar relacionado. Con este estudio se obtiene un diagnóstico preciso del “comportamiento visual” del paciente. Los resultados obtenidos en cada una de las pruebas realizadas se darán teniendo en cuenta la edad del niño, puesto que los valores normales varían según esta.

En caso de que exista algún problema visual que repercuta a nivel escolar valoraríamos la necesidad de realizar un programa de TERAPIA VISUAL PERSONALIZADO. Se trata de un bloque de ejercicios para mejorar la calidad y la eficacia visual.






En los problemas de aprendizaje uno de los ejercicios que se realiza en la consulta optométrica es el Tangram, con el que trabajamos concentración, atención, constancia de forma, sacádicos...

La Terapia Visual requiere la colaboración tanto del propio niño como de los padres y el seguimiento tanto de la escuela como de cualquier trabajo logopédico o psicopedagogo que se esté realizando en el momento. Habitualmente se cuenta con la mitad de un curso escolar como duración máxima del tratamiento, con consultas a gabinete optométrico semanal o quincenalmente y trabajo diario y constante en casa. En este período el niño habrá aprendido a realizar unos movimientos oculares eficaces para adquirir así un buen nivel escolar.

jueves, 22 de noviembre de 2012

INFLUENCIA DE LA PERCEPCIÓN VISUAL Y SU TRATAMIENTO EN EL APRENDIZAJE

 Muchos de los problemas de aprendizaje son debidos a un desequilibrio entre el SISTEMA FOCAL o capacidad de mover los ojos correctamente y el SISTEMA AMBIENTE o influencia del entorno. Por ello al tratar un problema de aprendizaje se trabaja en base a la INTEGRACIÓN SENSORIAL y PERCEPCIÓN VISUAL de las diferentes habilidades que son:

- DISCRIMINACIÓN VISUAL: Es la capacidad de apreciar y conocer los rasgos distintivos de diferentes figuras. Los problemas en esta habilidad pueden dar lugar a confusiones de palabras similares, en las que sólo cambia una letra, como por ejemplo: mano-mono.
Tratamiento: trabajamos la “mínima diferencia apreciable” con cualquier ejercicio o juego en el que intervenga la percepción de forma, por ejemplo: “Bloques con bloques o Parquetry Block” que contiene 2 cuadrados, 2 triángulos y 4 rombos de diferentes colores los cuales iremos combinando para formar diferentes formas en el espacio tridimensional.




- FIGURA-FONDO: Se refiere a la identificación de una misma palabra en diferentes estilos y formas. Un problema de figura-fondo puede dar dificultad para localizar una palabra exacta en una frase o una frase exacta en un párrafo.
Tratamiento: se realizan ejercicios o juegos en los que sea necesaria la búsqueda de una forma o dibujo, por ejemplo: siete diferencias, buscar figura escondida, juego de cartas “SET” en el que cada una de las cartas tiene un único número, símbolo, forma y color que deben ser relacionados según las indicaciones.




- CONSTANCIA DE FORMA
: Es la capacidad de reconocer un mismo símbolo independientemente de su orientación, forma y/o tamaño. Cuando se ve afectada esta habilidad nos podemos encontrar con problemas en el paso de letra ligada a letra de imprenta ya que existe una dificultad para reconocer el mismo símbolo escrito de diferentes maneras.
Tratamiento: se trabaja básicamente con puzzles, “Tangram”, dominó, “Mini-Arco Concentración” en el que se deben relacionar dibujos o figuras.







- MEMORIA VISUAL Y SECUENCIAL
: Es la capacidad para reconocer y recordar una secuencia de letras, palabras o símbolos en diferentes contextos. Los problemas en esta habilidad pueden dar dificultades en ordenar letras o en deletrear palabras.
Tratamiento: trabajamos con ejercicios que sigan una serie o secuencia concreta de formas o símbolos y en los que intervenga la memoria visual como el “Identic” o el “Natur Memory”


- RELACIONES VISO-ESPACIALES: Se refiere a la relación entre la visión y el espacio tridimensional. Los problemas en esta habilidad pueden repercutir en la confusión o inversión de letras como p-q o b-d.
Tratamiento: trabajamos con ejercicios que requieran hacer inversiones o giros de un mismo objeto en el espacio como por ejemplo: “Geobards”, consta en construir o copiar diferentes formas en diferentes planos y posiciones.



- CIERRE VISUAL: Es la habilidad para determinar la percepción final sin necesidad de tener todos los detalles presentes. Cuando hay problemas en esta habilidad suelen tener dificultad en entender lo que leen o sacar conclusiones lógicas.
Tratamiento: realizamos ejercicios de lectura tapando la mitad inferior del texto, sólo dejándole ver la mitad superior, figura incompleta, puzzles o rompecabezas.


martes, 20 de noviembre de 2012

Actividades para potenciar la orientación espacial

Como explicamos en un anterior artículo, la orientación espacial juega un papel muy importante en el desarrollo de los aprendizajes. Por este motivo en el presente artículo les propongo una serie de actividades y materiales que espero sean de vuestra utilidad:

ACTIVIDADES
En una fase inicial conviene asegurar que el esquema corporal se encuentra bien asentado, para lo cual podemos utilizar las siguientes actividades:
· Con los ojos cerrados, tocarse distintas partes del cuerpo siguiendo las instrucciones del educador, trabajado también los lados del cuerpo. Inicialmente, será muy preciso ir ayudando al niño@ a que conozca el nombre de las partes de su cuerpo.
 Por ejemplo: Tócate la nariz con la mano izquierda.
· Distiguir entre la derecha y la izquierda:
o Guerra izquierda – derecha
    • La niñ@ se pone enfrente de la educador/a con las palmas de cara a la niñ@ y la niñ@ igual. Entonces la educadora debe decir el movimiento que tiene que hacer la niño@, por ejemplo: derecha – derecha, de forma que la mano derecha de la niñ@ debe ir a la mano derecha de la educador/a.
o El espejo
      • El/la niñ@ debe imitar los movimientos de la educadora como si fuera un espejo.
· Distinción de derecha e izquierda en distintas posiciones, siempre sobre si misma o sobre la educador/a.
Una vez estos aspectos los tenemos consolidados o en fase de consolidación podemos iniciar tareas más complejas como:
 
  • Reproducción de figuras con el uso del Tangram
    • Inicialmente, visionando la solución. Y en el momento en que se comprenda el procedimiento y se realice correctamente con la solución delante, realizar la reproducción de la figura sin la presencia de la solución sino tan solo con el modelo.
  • Realización de simetrías.
  • Reproducción de figuras.
  • Rotación mental de figuras.
  • Distinción de derecha e izquierda en distintas posiciones.
  • Realización de puzzles sencillos.
  • Estimular la memoria espacial.
  •  
    • Mostrar un papel con distintos dibujos, durante un espacio de tiempo corto, y luego los debe reproducir en la misma
MATERIALES
Una lista de materiales que nos pueden ayudar a potenciar estos aspectos resultaria la siguiente:

Editorial CEPE:
PROGRESINT 1. CONCEPTOS BASICOS ESPACIALES. Infantil 5-6 años. C. Yuste
PROGRESINT 12. ORIENTACION ESPACIO-TEMPORAL. 6-8 años. C. Yuste
PROGRESINT 19. ORIENTACION Y RAZONAMIENTO ESPACIAL. 8-10 años. C. Yuste

Editorial ICCE. Colección “Refuerzo y Desarrollo de las Habilidades Mentales Básicas”. Disponen de diferentes cuadernillos desde Educación infántil hasta 6º de Educación primaria.

Estos tan solo resultan un ejemplo y resultan claramente útiles, no obstante en el mercado encontrarás muchos más que seguro también resultaran de utilidad.

lunes, 19 de noviembre de 2012

El TANGRAM, un juego y una potente herramienta de estimulación

El TANGRAM (七巧板) 

Es un juego popular de origen chino, muy antiguo, que consiste en 7 piezas hay diferentes versiones:
  • 1 cuadrado
  • 2 triangulos grandes
  • 1 triángulo mediano
  • 2 triángulos pequeños
  • 1 trapecio
A partir de las cuales se pueden realizar multitud de figuras de características diversas: animales, personas, barcos, figuras abstractas, ... A parte de tratarse de un juego más bien divertido, emplearse en su práctica facilita la estimulación de diferentes habilidades de carácter clave para el aprendizaje, en este sentido podríamos citar las siguientes:
  • Orientación espacial
  • Estructuración espacial
  • Coordinación visomotora
  • Atención
  • Razonamiento lógico espacial
  • Percepción visual
  • Memoria visual
  • Percepción de figura y fondo
Estas serian las habilidades que más fácilmente se pueden estimular mediante el juego del Tangram. En su uso nosotros realizamos diferentes fases, teniendo en cuenta que lo solemos utilizar con niños con dificultades en el manejo del espacio:
  1. Reproducción de la figura con la solución delante (como en el primer dibujo), es decir que en el dibujo se ve claramente cuales son las piezas que debe colocar y donde. En esta primera fase estaríamos trabajando claramente: coordinación visomotora, atención y orientación y estructuración espacial.
  2. Reproducción de la figura sin la solución (dibujo del pato). En esta fase ya entra más en juego la percepción visual y el razonamiento espacial, al mismo tiempo que seguiríamos potenciando los mismos aspectos que en la primera fase pero de forma más compleja.
  3. Reproducción de la figura sin la solución y posterior reproducción sin estimulo visual, es decir, de memoria. Esta fase resulta evidentemente la más compleja, puesto que a parte de requerir una mayor estructuración espacial y el trabajo de todas las habilidades antes descritas potencia la memoria visual de formas.
La evaluación del empleo de este juego resulta muy satisfactoria sobretodo con niñ@s con problemas de tipo disgráfico (mala letra), ya que potencia diferentes habilidades que inciden en el correcto desarrollo de la escritura, como son el desarrollo del espacio o la coordinación visomotora, resultando recomendable en la mayoría de casos también el trabajo de la psicomotricidad gruesa, sobre el cual ya hemos hablado en otros artículos.
Vistas las ventajas que implica el uso del juego Tangram, conviene tener presente además que se trata de un juego muy económico y fácil de encontrar, al mismo tiempo que también se lo puede fabricar uno mismo.
En Internet encontramos algunos juegos online que nos permiten ver un poco el funcionamiento del juego, aunque para nosotros la mejor manera de utilizarlo es la tradicional, a veces las nuevas tecnologías son más atrayentes.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Estimulación del razonamiento verbal

Como su propio nombre indica, el razonamiento verbal es la capacidad para razonar con contenidos verbales estableciendo entre ellos principios de clasificación, ordenación, relación, significados… 
En nuestra práctica profesional, cuando evaluamos a cursos enteros mediante pruebas de carácter colectivo, nos damos cuenta que el razonamiento verbal es una de las capacidades intelectuales que se encuentran menos desarrolladas en los alumnos. 

¿Por qué? ¿Cómo solucionarlo?

La razón de que esto sea así responde a una doble vertiente. En primer lugar observamos que en la mayoría de colegios no se le da la suficiente importancia a esta capacidad, ya que la importancia de objetivos fundamentales de la asignatura de lengua (lectura, comprensión lectora, ortografía, expresión escrita o gramática) no deja lugar a espacios para razonar con contenidos verbales. Para compensar este desequilibrio sería positivo introducir momentos de debates, exposiciones orales, presentaciones, ejercicio de vocabularios… que otorguen a los alumnos, en definitiva, la oportunidad de hacer uso del lenguaje.

Una segunda razón, la encontramos en el cambio que está experimentando la sociedad hoy en día. Si nos fijamos en los juegos de nuestros niños vemos que estos suelen ser el ordenador, las videoconsolas u otros juegos individuales. Del mismo modo el tiempo libre suele ser empleado en deportes de carácter individual, en ver la televisión y en ocasiones en pasar bastante tiempo fantaseando con su imaginación. En resumen, no hay un uso del lenguaje. Por ello sería bueno volver a potenciar prácticas que han caído en desuso, tal y como los juegos colectivos entre iguales, actividades extraescolares que les obliguen a interactuar con sus semejantes (por ejemplo grupos de teatro) o veladas familiares donde se establece un diálogo entre los miembros de la familia. 
 
Existen algunos ejercicios destinados a potenciar el razonamiento verbal que a continuación exponemos junto a algún ejemplo que pueden servir de ejemplo para practicar con vuestros hijos.
 
1. Analogías verbales. Encontrar relaciones entre conceptos. Ejemplo: Automóvil es a volante... como barco es a ¿ ? (Respuesta: timón)
2. Completar oraciones. Encontrar la palabra que complete o le de mejor sentido a la frase. Ejemplo: Presentó ¿? que demostraban su inocencia. (Respuesta: pruebas)
3. Ordenar frases y textos. Ordenar la frase desordenada y colocar las palabras en orden correcto para que la frase sea lógica. Ejemplo: Marta/ han/ euros/ un/ Manuel/ y/ encontrado/ cinco/de/ billete. Respuesta: Marta y Manuel han encontrado un billete de cinco euros.
4. Ejercicios de excluir un concepto de un grupo. Tachar la palabra o las palabras que no vayan bien o no tengan relación con el grupo.
5. Seguir instrucciones. Seguir las instrucciones o tareas que figuran en las instrucciones escritas. Ejemplo: Dibuja tres rectángulos en fila, de manera que el primero sea más grande que el segundo pero más pequeño que el tercero.
6. Establecer diferencias y semejanzas entre conceptos. Dadas un par de palabras, pensar en que se parecen y en que se diferencian. Ejemplo: ¿En qué se parecen una sierra y un cuchillo? Respuesta: Sirven para cortar, son de acero…
7. Corregir en una frase la palabra inadecuada. Buscar la palabra errónea o inadecuada, y posteriormente indicar la palabra correcta que tendría que figurar en substitución a la otra. Ejemplo: El elefante es un reptil de gran envergadura. Respuesta: Mamífero.
8. Buscar antónimos y sinónimos de una misma palabra.

Diccionario Psicopedagogico